Alocución del Presidente Tebboune en la 5ª sesión de la Cumbre Árabe de Desarrollo Económico y Social

BAGDAD- El presidente de la República, Abdelmadjid Tebboune dirigió el sábado una alocución ante los participantes en la 5ª sesión de la Cumbre Árabe de Desarrollo Económico y Social, organizada en el marco de la 34ª sesión de la Cumbre Árabe que se celebra en la capital iraquí, Bagdad, leída en su nombre por el ministro de Estado, ministro de Asuntos Exteriores, Comunidad nacional en el extranjero y Asuntos Africanos, Ahmed Attaf. A continuación, la traducción de la agencia APS:
"En el nombre de Alá, Clemente, Misericordioso,
La oración y la paz sean con Su Mensajero,
Excelencias, Majestades,
Señoras y Señores,
Argelia aplaude la celebración de esta cumbre dedicada a cuestiones tan importantes como las prioridades políticas, diplomáticas y de seguridad que dominan actualmente la acción árabe conjunta.
En efecto, los objetivos de edificación económica y desarrollo sostenible no pueden considerarse secundarios o superfluos, sino que son imperativos estrechamente vinculados a las exigencias de la seguridad nacional árabe y a nuestra responsabilidad de valorizar el potencial de los pueblos árabes para las generaciones presentes y futuras.
Argelia reitera su apoyo y su compromiso en favor de la integración económica árabe y desea hacer hincapié en tres puntos principales:
En primer lugar, el desarrollo sostenible de la región árabe debe basarse en el principio de solidaridad con los países maltratados de nuestra nación, empezando por la Palestina ocupada, sin olvidar a los demás países árabes hermanos que sufren crisis, conflictos y guerras. La seguridad y la prosperidad de nuestra región árabe no pueden lograrse sin el restablecimiento de estos países, el fin de las injusticias que sufren y su vuelta a la senda de la estabilidad, el desarrollo y la prosperidad.
En segundo lugar, la consecución de la integración económica árabe no debe seguir siendo un sueño transmitido de generación en generación. A pesar del crecimiento registrado en los últimos años, el comercio interárabe no supera el 8% del volumen total del intercambio comercial entre los países árabes y el resto del mundo. Lo mismo ocurre con las inversiones interárabes, cuyas cifras siguen estando por debajo de este nivel y revelan una flagrante disparidad de un país a otro.
En tercer lugar, la realización de la tan deseada integración económica árabe sigue dependiendo de nuestra voluntad común de reunir las condiciones esenciales, en particular mediante la plena aplicación de la Gran Zona Árabe de Libre Comercio (GZALE), el desarrollo de las redes de transporte interárabes y la creación de mecanismos bancarios, financieros y de seguros, indispensables para reforzar las inversiones interárabes e intensificar los intercambios comerciales.
Por su parte, Argelia aspira a ser un actor clave en diversas iniciativas económicas destinadas a reforzar el acercamiento, la interacción y la cooperación entre los países árabes. Mi país es miembro de la GZALE desde 2009 y ha contribuido a la creación de diversas instituciones árabes de financiación e inversión, apoyando proyectos de interconexión terrestre, marítima, aérea e incluso energética.
En este mismo contexto, mi país insiste en la necesidad para los Estados árabes de no quedarse a la zaga de las revoluciones actuales, en particular en los ámbitos de las energías renovables, la digitalización, la inteligencia artificial, la robótica y las nanotecnologías.
La acción árabe conjunta debe reservar un lugar importante a estos ámbitos vitales del futuro, que requieren aunar nuestros esfuerzos, movilizar nuestras capacidades y unir nuestro potencial, para no quedar relegados al margen de estos profundos cambios que marcarán el destino de la civilización humana en las próximas décadas.
Argelia, gracias al potencial con el que Dios la ha bendecido, seguirá apoyando todos los esfuerzos que sitúen en primer lugar el fortalecimiento de la cooperación económica entre nuestros países para que cada uno pueda beneficiarse equitativamente del desarrollo, ocupar el lugar que le corresponde en el orden económico mundial y contribuir, en la medida de lo posible, a realizar las aspiraciones de nuestros pueblos y a edificar un futuro marcado por la seguridad, el desarrollo y la prosperidad junto a los demás pueblos del mundo.
Gracias por su amable atención".